martes, 30 de noviembre de 2010

1º PREMIO CERVANTES - ALEJANDRA GARAYALDE

El asesinato del payaso

Estaba sentado en un banco del parque del norte de la ciudad, esperando a que llegara. Sabía que volvería al lugar del crimen. Todos lo hacen.
Todo había comenzado esa mañana cuando de camino al colegio vi algo que me extrañó. Había alguien tirado en el suelo del parque. Me acerqué y lo vi claramente. Era un payaso. Estaba boca abajo, como si estuviera dormido aunque no respiraba. Le di la vuelta y me di cuenta de que estaba muerto. Llamé a la policía inmediatamente.
Mientras la policía llegaba, busqué alrededor del cadáver alguna pista. No muy lejos del cuerpo, había una lentejuela dorada. La cogí con suavidad y la guardé en la mochila.
Cuando la policía llegó, me hicieron un interrogatorio sobre lo que había visto. Después me marché al colegio. De camino me di cuenta de que el payaso era el que había visto ayer en el circo. Intenté recordar quien llevaba un traje con lentejuelas pero no me acordé.
Aquella tarde, al salir del colegio, me dirigí al circo. Quería saber quien había matado al payaso y por qué. Sabía que la policía estaba haciendo lo mismo aunque yo quería aportar mi granito de arena.
El circo era completamente diferente a los edificios que había dejado atrás. Había muchas caravanas y gente de un lado para otro. Me miraban como si fuera un extraño.
-¿Puedo ayudarte en algo?-me preguntó un hombre.
-Sí-le respondí yo.-Querría saber el nombre del payaso que ha fallecido.
-¿Harry? Era un buen chico. No entiendo como le han podido matar. Era muy joven,¿sabes?
-Vaya, es una pena. ¿Tiene alguna sospecha de quién puede haber sido?
-No que va-me respondió. Cuando terminamos nuestra conversación, se marchó a la jaula de los leones. Fue entonces cuando me di cuenta de que era el domador. Había algo en él que no me gustaba.
Me marché a la biblioteca a hacer un trabajo aunque había comprado una entrada del circo para la actuación de esa noche pero mi intención no era ver la función.
Encendí un ordenador para ver qué decían sobre el asesinato.
Aquella noche entré en la carpa del circo aunque un poco después salí de la carpa. Anduve durante varios minutos entre las caravanas. Cuando encontré la que quería, entré. Como me había imaginado, había muchos trajes. El que tenía lentejuelas doradas estaba en una bolsa de basura. Lo saqué y como había sospechado estaba manchado de sangre.
Salí de la caravana y me dirigí al parque donde había encontrado el cuerpo.
Corrí. No podía dejar que lo hiciera otra vez.
Al llegar al parque me lo encontré vacío. Me senté y miré a la luna.
Oí un ruido de pisadas y apareció el domador. Él me vio y aunque creía que no sospechaba nada lo sabía todo.
-Vaya,-le dije-has salido antes de que terminara la actuación.
-Sí-me miró con una extraña mirada- y tú también
-Tienes razón. No sabía que querías ser payaso-cambié radicalmente de tema.
-¿Qué quieres decir?-cada vez se daba más cuenta de que yo sabía algo.
-Yo encontré el cuerpo de Harry. Cerca de donde estaba encontré una lentejuela dorada. Esta tarde, cuando fui al circo, vi algo rojo en tu camisa blanca. Esta noche, un traje de lentejuelas doradas estaba manchado de sangre. El traje lo he encontrado en tu caravana.
-Vale. Tienes razón. Maté a Harry pero ¿qué vas a hacer? Tengo billetes para marcharme. No me encontrarán nunca.
-¿Estás seguro?-pregunté y al instante di una palmada y cinco policías salieron de los arbustos.
Detuvieron al domador y yo me gané el merito de todos y una foto en la portada de todos los periódicos.

1º PREMIO CERVANTES

AUTORA: ALEJANDRA GARAYALDE – 2º ESO

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